ANÁLISIS DE METALES PESADOS
Cumpla con la legislación alimentaria tanto para mercados nacionales como internacionales
Laboratorios especializados en el análisis de metales pesados. Estos pueden definirse como aquellos elementos químicos cuya densidad es, por los menos, cinco veces superior a la del agua. Sin embargo, el término metal pesado se refiere a cualquier elemento químico metálico que tenga una densidad relativamente alta y presente ciertos niveles de toxicidad.
Existen dos grandes grupos de metales:
- Elementos esenciales para funciones orgánicas como el sodio, el potasio, el calcio, el cobre, el zinc y el manganeso.
- Metales tóxicos que no son esenciales ni beneficiosos para el ser humano como el plomo, el cadmio, el mercurio o el arsénico.

La importancia de realizar análisis de metales pesados radia en su peligrosidad ya que no se degradan ni química ni biológicamente. Además, tienden a bioacumularse provocando efectos tóxicos de tipo físico y químico.
Entre las fuentes de contaminación de alimentos con metales pesados más destacadas están el suelo contaminado en el que se producen los alimentos, los lodos residuales, los fertilizantes químicos y plaguicidas empleados en al producción agrícola o el uso de otros materiales.
Alimentos en los que pueden encontrarse Metales Pesados
Frutas y hortalizas - Leche y sus derivados - Pescados y mariscos - Carnes - Vino
Frutas y Hortalizas:
En frutas y hortalizas, los análisis de metales pesados comunes se refieren a la contaminación por plomo, cadmio y mercurio, debido a la contaminación del suelo o por actividades agrícolas.
- El Maíz es uno de los alimentos que puede contener más alto nivel de mercurio tras los mariscos. Este mercurio llega a los alimentos derivados y elaborados con maíz, ya que se preserva durante el procesamiento.
- El Trigo es uno de los cereales más limpios, pero los aditivos usados para elaborar harinas pueden contener aluminio. El aluminio se ha relacionado con varios tipos de cáncer y alzheimer.
- El Arroz puede estar contaminado con arsénico, uno de los metales más peligrosos para la salud. Está relacionado con varios tipos de cáncer, problemas cardíacos y deficiencias del sistema inmunitario.

Leche y sus derivados:
Control del nivel de plomo que se almacena en la grasa de la leche. Hay otros contaminantes que pueden estar presentes en la leche, como por ejemplo antibióticos, hormonas, plaguicidas y otras toxinas acumuladas en el organismo del animal productor.

Vino:
Los controles analíticos son necesarios para asegurar que las uvas y los vinos que finalmente llegan al mercado lo hacen con total seguridad. Realizamos el análisis de todos los contaminantes que se pueden encontrar en el vino, incluyendo metales pesados como el cadmio, plomo, arsénico o mercurio.

Pescados y mariscos:
Son la principal fuente de intoxicación por mercurio. El mercurio también se encuentra de manera natural en el agua pero también por contaminación industrial. Los niveles de toxicidad por mercurio encontrados en algunas especies las han catalogado como insalubres.

Carnes:
En carnes debe controlarse el nivel de plomo presente en las zonas con más grasa. Los animales también acumulan los contaminantes presentes en piensos y alimentación animal, por lo que debe vigilarse el nivel de contaminación de cadmio, mercurio y aluminio.

Metales pesados más comunes en alimentos
CADMIOs
El cadmio es un metal pesado que se encuentra en el medioambiente de forma natural asociado a minerales de zinc, cobre o plomo, por lo que es un subproducto inevitable en las actividades mineras relacionadas con estos metales. Tiene muchas aplicaciones industriales por lo que su liberación al medio ambiente se ve incrementada por la acción del hombre (quema de combustibles fósiles, metalurgia, incineración de basuras) y por el uso de fertilizantes a base de fosfatos y de lodos residuales.
¿De qué manera está presente y los efectos en el medioambiente?
Es de gran importancia el análisis de metales pesados y en concreto de cadmio, ya que de forma natural grandes cantidades son liberadas al ambiente, sobre 25.000 toneladas al año. La mitad de este cadmio está presente en los ríos a través de la descomposición de rocas y algún cadmio es liberado al aire a través de fuegos forestales y volcanes. El resto del cadmio se encuentra presente por las actividades humanas, como es la manufacturación.
Otra fuente importante de emisión de cadmio es la producción de fertilizantes fosfatados artificiales. Parte del cadmio terminará en el suelo después de que el fertilizante sea aplicado en el campo.
El cadmio es fuertemente adsorbido por la materia orgánica del suelo. Cuando el cadmio está presente en el suelo éste puede ser extremadamente peligroso, y la toma a través de los alimentos puede incrementar. Los suelos que son ácidos aumentan la toma de cadmio por las plantas. Esto es un daño potencial para los animales que dependen de las plantas para sobrevivir.
Las lombrices y otros animales esenciales para el suelo son extremadamente sensibles al envenenamiento por cadmio. Pueden morir a muy bajas concentraciones y esto tiene consecuencias en la estructura del suelo. Cuando las concentraciones de cadmio en el suelo son altas esto puede influir en los procesos del suelo de microorganismos y amenazar a todo el ecosistema del suelo.
A su vez en ecosistemas acuáticos el cadmio puede bioacumularse en diversas especies como mejillones, ostras, gambas, langostas y peces. La susceptibilidad al cadmio puede variar ampliamente entre organismos acuáticos.
¿Por qué el cadmio supone un riesgo para la salud?
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) ha clasificado el cadmio como un agente de la categoría 1 (cancerígeno para los humanos) por existir suficiente evidencia científica que lo avala.
Se trata de un elemento que presenta numerosos efectos tóxicos, principalmente la disfunción renal y la desmineralización de los huesos, por acción directa o como resultado del daño renal.
Otros efectos sobre la salud que pueden ser causados por el Cadmio son:
- · Diarreas, dolor de estómago y vómitos severos
- · Fractura de huesos
- · Fallos en la reproducción y posibilidad incluso de infertilidad
- · Daño al sistema nervioso central
- · Daño al sistema inmune
- · Desordenes psicológicos
- · Posible daño en el ADN o desarrollo de cáncer.
¿Cuáles son los niveles de ingesta tolerables?
Derivado de una completa evaluación toxicológica, EFSA ha establecido una ingesta semanal tolerable (IST) de cadmio de 2,5 µg/Kg de peso corporal, que es la máxima cantidad de cadmio que puede ingerir una persona semanalmente durante toda su vida sin manifestar efectos adversos.
¿Qué legislación regula los límites máximos para el cadmio?
Actualmente, en la UE hay establecidos límites máximos de cadmio en determinados alimentos (los que suponen un mayor aporte de este elemento) en el Reglamento 1881/2006.
Además de establecerse límites máximos, la Comisión Europea ha emitido la Recomendación 2014/193/UE sobre a la reducción de cadmio en los productos alimenticios mediante medidas de mitigación en diferentes ámbitos. También han emitido la Recomendación (UE) 2018/464 relativa al control de metales y yodo en las algas marinas, las plantas halófilas y los productos a base de algas marinas; en la que recomiendan proceder al control de la presencia de arsénico, cadmio, yodo, plomo y mercurio durante los años 2018, 2019 y 2020.
Por otro lado, AECOSAN ha publicado, con carácter nacional, unas recomendaciones de consumo relativas a crustáceos para reducir la exposición a cadmio enfocadas a consumidores habituales de este tipo de marisco.
PLOMO
¿Qué es el plomo?
El plomo es un metal gris, blando y maleable, presente de forma natural en la corteza terrestre. Su uso generalizado ha tenido gran impacto en la contaminación ambiental debido a que la mayor parte del plomo se encuentra en el aire bajo la forma de partículas finas (haluros, óxidos, sulfuros, sulfatos y carbonatos de plomo) las cuales son liberadas a la atmósfera en forma de gases, vapores o partículas sólidas. Está contaminación es responsable de numerosos problemas de salud y muertes por intoxicación de acuerdo a datos reportados por la Organización Mundial de la Salud. En la actualidad se reportan varias fuentes de contaminación entre ellas los alimentos de consumo en fresco o procesados. La presencia de este metal puede afectar sistemas u órganos pertenecientes al sistema renal, al sistema cardiovascular, al sistema sanguíneo, al aparato gastrointestinal y el sistema inmunológico.
¿De qué manera está presente y los efectos en el medioambiente?
El plomo es un constituyente que se localiza de forma natural en el medio ambiente y de ahí la importancia de este análisis de metales pesados. Lo podemos encontrar en fuentes exógenas como el suelo (tierras de cultivo, polvo), agua (océanos, lagos y ríos) y aire (emisiones producidas por la adición en gasolina).
Además, se ha detectado su presencia en procesos industriales, fuentes domésticas y en la alimentación.
Los alimentos pueden contaminarse con plomo por medio del agua y el suelo. Se ha reportado que el agua de riego es uno de los principales causantes de la contaminación en hortalizas de consumo en fresco, debido a que se contamina por desechos industriales, mineros o residuos de fertilizantes. Además se ha registrado que las tierras de cultivo presentan mayor concentración de plomo cuando se encuentran cerca de alguna vía donde de lugar a congestionamientos de vehículos. La industria pude incorporar plomo en los alimentos procesados en las diferentes etapas de su elaboración; sin embargo, la mayor contribución de plomo se presenta durante el almacenamiento en los empaques de hojalata.
¿Por qué el plomo supone un riesgo para la salud?
La contaminación por plomo es un problema de salud pública a escala mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud, siendo los niños la población más vulnerable. Este metal puede ser inhalado, ingerido o absorbido a través del sistema respiratorio y el tracto gastrointestinal, afectando principalmente órganos o tejidos y sistemas; cabe mencionar que el daño puede variar dependiendo de la cantidad a la que se está expuesta.
Los principales sistemas que son afectados por la presencia de plomo son:
- El sistema renal, se le asocia con alteraciones de la función tubular proximal (glicosuria, aminoaciduria, hiperfosfaturia). Las exposiciones continuas o repetidas, pueden conducir a nefropatía crónica (nefritis intersticial), la cual es generalmente irreversible. También puede ocasionar la disminución de la función renal y la disminución en la excreción del ácido úrico (lo que determina hiperuricemia y síntomas de gota).
- El sistema cardiovascular, los niveles más elevados, generalmente aumentan el riesgo de hipertensión arterial y enfermedad cerebrovascular.
- El sistema sanguíneo, La presencia del plomo disminuye la producción del núcleo heme, lo que afecta la habilidad del organismo de producir hemoglobina causando anemia.
- El aparato gastrointestinal, El plomo afecta la fibra del músculo liso intestinal dando lugar a un cuadro clínico que puede llegar a ser muy severo en cuanto al dolor que genera (cólico saturnino).
¿Cuáles son los niveles de ingesta tolerables?
Actualmente no hay una ingesta tolerable recomendada para el plomo. Sin embargo, EFSA y JECFA han expresado su preocupación sobre el posible efecto negativo del plomo en el desarrollo neuronal de bebés, niños y fetos a los niveles actuales de exposición a través de la dieta, por lo que recomiendan tomar medidas para identificar las principales fuentes de plomo en la dieta así como identificar métodos para reducir esta exposición dietética.
¿Qué legislación regula los límites máximos para el plomo?
Actualmente, en la UE hay establecidos límites máximos de plomo en determinados alimentos (los que suponen un mayor aporte de este elemento) en el Reglamento 1881/2006.
Además de estos límites máximos, la Comisión Europea ha emitido la Recomendación (UE) 2018/464, de 19 de marzo de 2018, relativa al control de metales pesados y yodo en las algas marinas, las plantas halófilas y los productos a base de algas marinas.
MERCURIO
¿Qué es el mercurio?
El mercurio (Hg) es un metal pesado que está presente en el medio ambiente de manera natural, fruto de la erosión de las rocas que lo contienen o de los residuos que generan las erosiones volcánicas. La actividad humana también puede aumentar su cantidad y elevar el riesgo de contaminación (combustión de petróleo y carbón, elaboración de cemento o extracción de oro). El mercurio adquiere distintas formas, como la orgánica denominada metilmercurio, la más peligrosa, que se detecta sobre todo en los grandes depredadores como el tiburón o el pez espada.
¿De qué manera está presente y los efectos en el medioambiente?
El metal pesado que se encuentra en mayor cantidad en los pescados es el mercurio, ya que es un elemento que se encuentra en la naturaleza de diferentes formas (siendo la forma orgánica, el metilmercurio, la más tóxica); y añadido al generado por la actividad industrial hace que su concentración en el agua sea elevada.
Los pescados de gran tamaño (tiburón, pez espada, marlín, atún y salmón) y los de mayor edad son los que acumulan mayor cantidad de mercurio. El ser humano, según recientes estudios, puede absorber hasta el 95% del contaminante presente en el pescado al ser ingerido.
Otras fuentes principales del mercurio, además del pescado a causa de la contaminación de los mares, son los insecticidas, que contienen normalmente uno o dos metales pesados, y que se introducen en la cadena alimentaria, algunos medicamentos y el aire contaminado por la industria y los coches (por la tecnología de combustión). Además, una fuente de mercurio muy importante se encuentra en el traspaso de la madre al feto a través de la placenta y al bebé mediante la leche materna por procesos hormonales. Con estos procesos la madre traspasa del 40 al 60% de su carga al niño.
¿Por qué el mercurio supone un riesgo para la salud?
El consumidor acumula el mercurio en órganos como el hígado o el riñón sobre todo, aunque los mayores efectos tóxicos se producen en el sistema nervioso dando lugar a hipertensión, anorexia, trastornos nerviosos, problemas cardiacos, etc. Además, el mercurio está clasificado como posible cancerígeno para el ser humano por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
A este metal pesado son especialmente sensibles los niños y las mujeres embarazadas por los daños que puede causar al feto, como cambios en el desarrollo del cerebro, bajo peso al nacer, desórdenes sensoriales o retardo del crecimiento de los huesos y afecciones neurológicas.
Estos motivos realzan la importancia de realizar análisis de metales pesados como el mercurio.
¿Cuáles son los niveles de ingesta tolerables?
En la opinión de 2012, la EFSA actualizó la ingesta semanal tolerable (IST o TWI en inglés) de metilmercurio, estableciéndola en 1,3 µg/kg de peso corporal y en 4 µg/kg de peso corporal para el mercurio inorgánico.
A su vez la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) recomienda evitar el consumo de pez espada, tiburón, atún rojo y lucio (pescados de alto contenido en mercurio), tanto en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia como en niños menores de 3 años.
Por otra parte, también recomienda a niños entre los 3 y 12 años limitar el consumo de estos pescados a 50 gramos por semana o 100 gramos en dos semanas, de manera que no se consumiera ningún otro de los pescados de esta categoría en la misma semana.
¿Qué legislación regula los límites máximos para el mercurio?
La Unión Europea utiliza un marco legal para garantizar la seguridad alimentaria. En el Reglamento (CE) nº1881/2006 y en sus posteriores modificaciones se fija el contenido máximo de determinados contaminantes en los productos alimenticios, entre ellos, el de los metales pesados.
ARSÉNICO
¿Qué es el arsénico?
El arsénico es un elemento natural de la corteza terrestre; ampliamente distribuido en todo el medio ambiente, está presente en el aire, el agua y la tierra. En su forma inorgánica es muy tóxico.
La exposición a altos niveles de arsénico inorgánico puede deberse a diversas causas, como el consumo de agua contaminada o su uso para la preparación de comidas, para el riego de cultivos alimentarios y para procesos industriales, así como al consumo de tabaco y de alimentos contaminados.
La exposición prolongada al arsénico inorgánico, principalmente a través del consumo de agua contaminada o comida preparada con ésta y cultivos alimentarios regados con agua rica en arsénico puede causar intoxicación crónica. Los efectos más característicos son la aparición de lesiones cutáneas y cáncer de piel.
¿De qué manera está presente y los efectos en el medioambiente?
El arsénico está presente naturalmente en el medio ambiente. A su vez también se ha usado durante años para propósitos industriales entre los que se incluyen el control de plagas, tratamiento antimicrobiano animal, conservación de la madera, refinación de petróleo, y las industrias de minería y fundición. Los usos industriales del arsénico emplean las formas inorgánicas más tóxicas. La liberación de arsénico a través de estos procesos puede producir una mayor concentración de arsénico inorgánico en la atmósfera, el agua y el suelo.
Los alimentos, particularmente los mariscos, pueden naturalmente contener grandes cantidades de las formas orgánicas no tóxicas de arsénico. Estas formas no tóxicas se acumulan en los alimentos a través de la exposición a suelos y agua que contienen arsénico. Sin embargo, los alimentos también pueden contaminarse con las formas inorgánicas (tóxicas) de arsénico por el uso pesticidas y otros productos industriales.
¿Por qué el arsénico supone un riesgo para la salud?
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) ha clasificado el arsénico y los compuestos del arsénico como cancerígenos para los seres humanos.
Los altos niveles de arsénico inorgánico están asociados a graves efectos sobre la salud. Se pueden observan cambios de pigmentación, lesiones cutáneas y durezas y callosidades en las palmas de las manos y de los pies (hiperqueratosis). Además puede causar cáncer de vejiga y de pulmón. Los análisis de metales pesados como el arsénico es de vital importancia para evitar estos problemas de salud.
Entre los demás efectos perjudiciales para la salud que se pueden asociar a la ingesta prolongada de arsénico destacan los que siguen: problemas relacionados con el desarrollo, neurotoxicidad, diabetes y enfermedades pulmonares y cardiovasculares. En particular, los infartos de miocardio inducidos por el arsénico pueden suponer una importante causa de aumento de la mortalidad.
¿Cuáles son los niveles de ingesta tolerables?
Actualmente no se ha podido establecer un punto de referencia toxicológico para el arsénico. Sin embargo no se descarta un riesgo para la salud de ciertos consumidores.
¿Qué legislación regula los límites máximos para el arsénico?
Actualmente, en la UE hay establecidos límites máximos de arsénico en determinados alimentos (los que suponen un mayor aporte de este elemento) en el Reglamento 1881/2006.
Además de estos límites máximos, la Comisión Europea ha emitido también la Recomendación (UE) 2018/464, de 19 de marzo, relativa al control de metales y yodo en las algas marinas, las plantas halófilas y los productos a base de algas marinas. En ella instan a los Estados Miembro a proceder al control de la presencia de arsénico, cadmio, yodo, plomo y mercurio durante los próximos años 2018, 2019 y 2020.
Legislación aplicable
Disposiciones comunitarias de directa aplicación
- Reglamento 1881/2006, de 19 de Diciembre de 2006, de la Comisión, por el que se fija el contenido máximo de determinados contaminantes en los productos alimenticios.
- Reglamento 333/2007, de 28 de Marzo de 2007, de la Comisión, por el que se establecen los métodos de muestreo y análisis para el control oficial de los niveles de plomo, cadmio, mercurio, estaño inorgánico, 3-MCPD y beno(a)pireno en los productos alimenticios
- Modificado por: Reglamento de Ejecución (UE) 2019/2093 de la comisión de 29 de noviembre de 2019 por el que se modifica el Reglamento (CE) n.o. 333/2007 en lo referente al análisis de los ésteres de ácidos grasos del 3-monocloropropano-1,2-diol (3-MCPD), los ésteres glicidílicos de ácidos grasos, el perclorato y la acrilamida.
- Reglamento de Ejecución (UE) 1114/2011 de la Comisión de 4 de noviembre de 2011 por el que se deroga el Reglamento (CE) 601/2008 relativo a las medidas de protección aplicables a determinados productos de la peca importados de Gabón y destinados al consumo humano.
- Recomendación (UE) 2015/1381, de 10 de agosto de 2015, sobre el control del arsénico en los alimentos
- Recomendación 2014/661/UE, de 10 de Septiembre de 2014, de la Comisión, sobre el control de la presencia de 2- y 3-monocloropropano-1,2-diol (2- y 3-MCPD), de ésteres de ácidos grasos de 2- y 3-MCPD y de ésteres glicidílicos de ácidos grasos en los alimentos
- Recomendación 2014/193/UE, de 4 de Abril de 2014, de la Comisión, sobre la reducción de la presencia de cadmio en los productos alimenticios
- Recomendación 2007/196/CE, de 28 de Marzo de 2007, de la Comisión, relativa al seguimiento de la presencia de furano en productos alimenticios
- Recomendación (UE) 2018/464 de la Comisión, de 19 de marzo de 2018, relativa al control de metales y yodo en las algas marinas, las plantas halófilas y los productos a base de algas marinas.
Disposiciones Nacionales
Real Decreto 1424/1983, de 27 de Abril, por el que se aprueba la Reglamentación Técnico-Sanitaria para la obtención, circulación y venta de sal y salmueras comestibles (B.O.E. 01.06.1983)
- Modificado por Real Decreto 135/2010, de 12 de febrero, por el que se derogan disposiciones relativas a los criterios microbiológicos de los productos alimenticios, tras diversos reales decretos u órdenes